Creado por Wilfredo Rodriguez, Oscar
Avila, Chris Hadley
¿Es la noche antes del examen y tú ni
siquiera has empezado a estudiar? Todos nos hemos visto en esta situación
alguna vez. Aunque estudiar para un examen el día de antes no hará que saques
un 10, probablemente te ayudará a no sacar un 0. Sigue estas sugerencias y
prepárate, porque la noche será muy larga.
PARTE 1 DE 2: LA NOCHE ANTES DEL EXAMEN
1.
·
Toma
buenas notas. Si tienes poco tiempo para estudiar para un examen, hacer
unas buenas anotaciones y resúmenes es vital para aprovechar bien la noche.
·
Escoge
lo que de verdad necesitas estudiar. Si tu profesor realiza sesiones de repaso
antes del examen, aprovéchala para saber qué temas considera más importantes.
Además, puedes plantear preguntas (aunque si no has empezado a estudiar,
probablemente tengas demasiadas preguntas). Muchos profesores realizan esquemas
para estudiar lo más importante. Aprovéchalos bien. Aunque no contengan toda la
información que se abarca en el examen, al menos podrás concentrarte en los
puntos principales.
·
Usa
tus notas de clase. Si has asistido a clases regularmente, deberías tener notas
para repasar. Si no tienes ninguna, intenta conseguir las de algún compañero.
Las notas que se hacen en clase son un tesoro, porque contienen lo que el
profesor considera más importante de cada tema.
2.
·
Identifica
los conceptos más importantes. A medida que repasas tus notas, localiza
los conceptos clave, las definiciones y las fórmulas. Si no te los sabes de
memoria, escríbelos aparte en otra hoja, o en tarjetas. Esto te ayudará a
identificar los puntos principales a recordar, y las tarjetas pueden ayudarte a
repasarlos.
·
El
acto de reescribir el material puede ayudarte a memorizarlo. Si tienes buena
memoria visual, esta técnica te ayudará mucho. Si tienes buena memoria
auditiva, recita las palabras a medida que las vas escribiendo.
·
Si
tienes suficiente tiempo, puedes escribir las notas varias veces para
memorizarlas. Puede parecer un trabajo tedioso, pero si estás tratando de
memorizar historia o información general, te resultará muy útil. Si tratas de
aprender fórmulas quizá no sea tan eficaz.
3.
·
Estudia de manera eficiente. Como no tienes
tiempo de estudiar todo el material que abarca el examen, debes concentrarte en
lo que es más probable que aparezca en la prueba y concentrarte en aprender los
conceptos más importantes.
·
Identifica
los puntos principales. Repasa la guía de estudio y tus notas y localiza los
temas más importantes y que se encuentran también en el libro de texto. Busca
las secciones más importantes del texto y escribe la información que te parezca
realmente importante. La idea no es escribirlo todo, sino encontrar las
explicaciones más importantes, y las fórmulas que sea más probable que
aparezcan en el examen. Concéntrate en estos pocos puntos principales.
·
Busca
en el comienzo y el final de los capítulos del libro. La primera página suele
contener los puntos clave y te ayudará a comprender la idea general del
material. En la última página, normalmente, encontrarás un resumen del
capítulo, o un esquema, y una lista de las fórmulas más importantes en el caso
de las matemáticas o la física.
·
Piensa
en qué tipo de preguntas de redacción podría haber en el examen, y cómo las
responderías. A estas alturas, ya deberías tener una idea general de la
información. Piensa en un esquema general con algunos conceptos clave que
usarías para redactar un texto sobre el tema.
4.
·
Haz
un repaso rápido de la información. Aquí es cuando empieza el estudio en
serio. Trata de absorber toda la información que has organizado, hazte
preguntas para comprobar que lo has memorizado, y evalúa rápidamente qué tal lo
has hecho. Esto te ayudará a comprobar en que áreas de la información debes
concentrarte.
·
Repasa
las tarjetas de preguntas o las notas de estudio primero. Lee los puntos
principales rápidamente. Si crees que ya has memorizado, y que comprendes bien,
una parte de la información, táchala de la lista o aparta la tarjeta. Si tienes
dudas sobre un tema, busca la respuesta en tus notas o en el libro.
·
Ponte
a prueba. Si tu profesor te ha tomado un examen de prueba, hazlo. Si no, haz tú
mismo un examen de prueba, o repasa las preguntas al final del capítulo en el
libro. Haz únicamente las preguntas que estén relacionadas con el tema
principal. No dediques demasiado tiempo a cada pregunta. Si te quedas atascado
en una, anótala y revísala más tarde.
·
Ponte
una nota. Sé honrado con la calificación que te pones a ti mismo. Si no eres
honrado, esto te desanimará cuando llegue el examen real. Comprueba las
respuestas incorrectas y rectifícalas usando tus notas, o las tarjetas de
repaso. Quizá tengas que hacer algunas tarjetas nuevas, o repasar algún
concepto que pensabas que ya habías memorizado.
5.
·
Si no eres capaz de memorizar la información, y la sesión
de estudio no está funcionando como debería, prueba algunas técnicas de
memorización. El
cerebro nunca olvida. Olvidar cierta información puede deberse a que no se ha
almacenado correctamente, no se puede recuperar adecuadamente, o quizá que
almacenamos la información donde no la podemos encontrar.[1] Practica algunas técnicas de
memorización. Quizá sea lo que necesitas para tu sesión de estudio de última
hora.
·
Prueba
a usar una mnemotecnia. Esta palabra simplemente significa “técnica de
memorización”, así que es una manera sencilla de recordar algo. ¿Te enseñó tu
profesora cuando eras pequeño las letras RNAVAAV para recordar los colores del
arcoíris? Usar la primera letra de una lista de palabras para formar un
acrónimo como este es una mnemotecnia.
·
Intenta
usar palabras similares, o rimas para memorizar la información. Quizá puedas
hacer una rima con alguna frase que te sea fácil de recordar, o quizá crear un
historia que puedas visualizar.
·
Intenta
organizar la información por temas. Por ejemplo, si estás estudiando Economía y
Finanzas, intenta estudiar juntas las categorías relacionadas. Organiza
las materias por conceptos.
6.
·
Recoge
y duerme un poco. A veces no se tiene suficiente tiempo para dormir, pero
intenta dormir todo lo que puedas antes del examen. Una buena idea sería
estudiar rápidamente antes de irte a dormir, y levantarte temprano para
estudiar un poco más. Si aguantas toda la noche despierto, estarás más cansado
y será más fácil que cometas errores absurdos en el examen.
·
Hay
estudios que indican que la falta de sueño estropea gradualmente la memoria.[2] Y no solo esto, sino que no dormir evita el uso de la memoria a corto
plazo. Así que es mejor que estudies rápidamente antes de que te entre la
somnolencia, y que vayas a dormir un poco.
PARTE 2 DE 2: EL DÍA DEL EXAMEN
1- Toma un desayuno equilibrado y suave al
menos una hora antes del examen. Evita comer carbohidratos únicamente. Es mejor
que tomes también un poco de proteína (huevos), alimentos que contengan ácidos
grasos omega-3 (como los del salmón), algo de fibra (frijoles o judías), y un
poco de fruta o verdura.
Algunos alimentos son especialmente
eficaces aumentando la función y la longevidad cerebral, por ejemplo los
arándanos, el salmón, las nueces y otros frutos secos, el aguacate, el jugo de
pomelo, el té verde o el chocolate amargo. Quizá quieras incluirlos en tu
desayuno.
2- Aparta tiempo para una sesión de
estudio. Puedes estudiar en el automóvil o en el autobús con un amigo.
Reúnanse varios amigos antes del examen y háganse preguntas unos a otros. Lo
que necesitas es que la información esté lo más fresca posible en tu mente. Eso
sí, asegúrate de que una sesión de estudio no se convierta en una reunión
social.
3- Repasa tus notas de estudio y tus tarjetas
una vez más. Justo antes del examen, revisa cada una de las tarjetas y de
las hojas de estudio que hiciste, aunque pienses que ya las has memorizado. El
objetivo es tener la materia fresca en la mente a la hora del examen. Si tienes
problemas para memorizar cierta definición, o una fórmula matemática, escríbela
seis o siete veces seguidas. Esto debería grabarla en tu
memoria por suficiente tiempo.
4- Identifica una determinada pieza de
información que sea más importante para la prueba y que realmente necesitas
recordar. Asegúrate de no memorizarte información de más de tres o cuatro
palabras o una fórmula a la vez. Mira fijamente la pieza más importante de
información por lo menos durante 1 a 2 minutos. Concéntrate bien. Verifica qué
se te quedo escribiéndola una vez más al final.
5- Llega pronto a la sala del examen y
acude al lavabo. Procura estar frente a la sala del examen al menos 5
minutos antes, y asegúrate de visitar el inodoro antes de sentarte a realizar
el examen. No te gustaría sentir la llamada de la naturaleza mientras haces el
examen. Después de eso, siéntate, relájate, respira hondo y trata de
visualizarte aprobando el exame
CONSEJOS
·
Elimina
todas las distracciones que puedas. Si puedes estudiar sin tu computadora,
hazlo. Si debes estudiar frente a la computadora, desconecta el internet
temporalmente antes de empezar a estudiar. Si necesitas buscar información en
el internet deberás tener mucho autocontrol.
·
Lee
en voz alta. La memoria auditiva es más útil que la simple lectura si quieres
memorizar algo rápido.
·
Descansa
un poco regularmente. Descansar te ayudará a mantenerte despierto, y también
pueden evitar que te agobies. Descansa de 5 a 10 minutos cada
hora.
·
Justo
antes del examen, haz algo de ejercicio. Sube y baja unas escaleras o haz unas
flexiones. El ejercicio hace circular la sangre y te relajará. Además, te hará
estar bien despierto.
·
Quizá
te resulte más fácil repasar si estás con un compañero de estudios. Puedes
hacerte preguntas mientras estudias. Algunas personas, sin embargo, tienden a
distraerse, así que decide sabiamente.
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